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domingo, 26 de abril de 2009

UN ANTES Y UN DESPUES Cap.1


La ruina era total. ¿Donde nos habíamos metido?.
Aquel 15 de Septiembre de 2.001 decidimos comprar la Casa.

Un sueño, una ilusión...y mucho trabajo, como si de una cenicienta se tratara, un montón de escombros se convirtieron en un hogar acogedor y extraordinario.
En marzo de 2.003, Nicolás armado con su picola, comenzó a picar. Iniciaba la trasformación.
Un año de ir y venir, de Granada a Lújar, de Lújar a Motril. Con el frío de Enero y con la calina de Julio. Aprovechando los fines de semana, puentes, vacaciones. Bajarte del coche y cambiar zapatos por botas, camisa por camiseta...Ordenador y portafolios por cubo de mezcla y palustre.



El equipo humano, lo mejor a la par que especial.
Encargado de la obra: el abuelo.
Empresa: Pepe "Cañas" e hijos.
Los peones: Nicolás y su hermano Mariano.
La maquinaría: las mulillas Rojilla y Lucera.
Los expertos en transporte de material y desescombros: Juan y Pablo (nuestros sobrinos).
El resultado de tan ardua labor de equipo fue el que ahora os paso a relatar, pero como muestra basta este botón. El antes y el después.












jueves, 16 de abril de 2009

LLEGA LA PRIMAVERA

Cada primavera, fiel a su cita, el almendro florece. Sus ramas ennegrecidas, rugosas, se llenan de vida y su copa amanece inmaculada.
El aire llega envuelto en la dulce fragancia que hace recordar a la miel, transportandote a la niñez.

El abuelo traía escondida una fuente de barro. Yo le había visto entrar y corrí hacía él, -¿Qué es, abuelito?, ¿qué traes?-. El sonreía malicioso y contestaba, -Nada, nada.











Cuando por fin accedía a mostrarnos el contenido de la fuente, la boca se hacía agua: un panal. Corríamos a la sombra de la parra y sentadas, mojabamos nuestros dedillos en la dulce golosina derramada, para después ir lamiendo cada unos de ellos.

Con su navaja troceaba la cera y nos daba. Al mascarla podias libar toda la miel de cada una de las celdas.
"Dulces recuerdos de niñez.

Entre soles y almendros: néctar dorado para la vejez.

Chiquilla, ¿quieres miel?,

para verano una orza te llevaré,

y el azabache de tu mirada en mi corazón prenderé."



lunes, 13 de abril de 2009

SEMANA SANTA

El Silencio pasea Granada.
Su caminar lento atraviesa callejuelas.
Cuatro cirios iluminan su cuerpo inerte.
Las cadenas que arrastran su cortejo, rechinan sobre los adoquines, en medio de la oscuridad.
Y ando buscando escaleras para subir a su Cruz y la Saeta le envuelve entre incienso y cera. Es su compaña la luna llena de Abril.

"¡Oh, la saeta, el cantar al Cristo de los gitanos, siempre con sangre en las manos, siempre por desenclavar! ¡Cantar del pueblo andaluz, que todas las primaveras anda pidiendo escaleras para subir a la cruz! ¡Cantar de la tierra mía, que echa flores al Jesús de la agonía, y es la fe de mis mayores! ¡Oh, no eres tú mi cantar! ¡No puedo cantar, ni quiero a ese Jesús del madero, sino al que anduvo en el mar!" (Antonio Machado).